¿Sueñan los inversionistas con proyecciones financieras?
No lo sabemos, desde luego es una buena forma de dormirse.
Lo que sí sabemos es que aquellos con exceso de capital, tienen, por eso mismo, una mentalidad distinta a los que requieren de un capital adicional, pues sus incentivos son distintos. Se hacen preguntas a si mismos, muy simples, pero se las toman muy en serio. Algunas de esas cuestiones serían:
1. ¿El mercado que me presentas es lo suficientemente grande?
2.¿Esto es una solución buscando un problema? ¿ó realmente hay un problema que solucionar?
3. ¿Esto es un producto por si sólo? ¿Es un añadido para un producto más grande? que pueda convertirlo en M&A target en un futuro.
4. ¿Cuánto capital hace falta para escalar esta idea?
5.¿En cuanto tiempo?
6. ¿Realmente es una disrupción lo que me estás enseñando? ó como en la mayoría de las veces supone una mejora marginal en alguna parte de la cadena de valor.
7. El equipo al mando, ¿será capaz de ejecutar todas esas maravillosas ideas?
7b. Y si al final resulta que no son capaces, ¿tenemos un plan B?
Contestar a estas preguntas, es el trabajo de un inversor mientras separa la paja del grano.